miércoles, 5 de marzo de 2008

Retazo de una obra que no fue

Me acuerdo que cuando era chica la Susana tenía una pecera con unos pescaditos todos gorditos con caras de malos. Un día los quise tocar y justo apareció mi otro hermano y me gritó "No Lorna! Dejá esos pescados que son pirañas!" Y me salvó de que me comieran la mano.
Pero otro día yo estaba sola y seguía con ganas de tocar los pescaditos. Y los toqué. Y el más grande me alcanzó a arrancar el dedo. Y como estaba sola me la tuve que aguantar. Y ahí quedó el dedo, flotando quedó, mi dedo. Y veía cómo los otros pescaditos iban y lo mordían. Y aunque ya no lo tenía pegado me dolía igual el dedo. Y encima al rato llegó la Susana y me retó por darles de comer fuera de hora. No le importaba que era mi dedo ahí.
Una insensible la Susana la verdad, no como mi hermano.

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