viernes, 17 de octubre de 2014

UPR se muda

Ya está. Me harté. Me voy.
No puedo más de tristeza, pero tampoco puedo más de soportar el hostigamiento de un imbécil que no debería estar acá, si no es por el afecto que alguna vez se supone que me tuvo, al menos por respeto. Le pedí que se fuera, mil veces. Ustedes lo vieron. Pero sigue ahí, escondido entre configuraciones que subestiman mi inteligencia. Es imbécil, es egoísta, es un tremendo hijo de puta, bah. Y los hijos de puta, por lo general, me caen bastante mal, así que huyo.
No desaparezco, no. Me voy a otra casa, donde espero estar tranquila, donde espero que no llegue la mugre.
Es realmente doloroso dejar este espacio, después de tanto tiempo y por una razón tan vil e injusta, pero lamentablemente no encuentro la manera de mantenerlo sin sentirme ultrajada.
Los pocos pero fieles lectores que quieran seguirme me pueden escribir al mail y les paso la dirección de la nueva casa. Sino, quizás nos volvamos a cruzar por ahí.
Hasta otro momento.



Y vos... andate a la putísima madre que te remil parió.

lunes, 13 de octubre de 2014

Peatona

Vas caminando por una vereda. La vereda es angosta. Vas con alguien más. Caminan a la par mientras hablan de la vida o del lugar donde comieron al mediodía. No van necesariamente atentos a lo que pasa alrededor, pero sí lo perciben.
De pronto alguien más aparece. No saben si es hombre o mujer, si es joven o viejo, si está contento, se separó o tuvo un mal día en el trabajo. Sólo saben una cosa. Una única cosa, que no deberían ignorar. Esa persona, esa silueta, se acerca en la dirección contraria.
Sólo una cosa queda por hacer. En pocos segundos alguno de los dos, sin tiempo para acordarlo, ante la inminente colisión, deberá demorar el paso y ubicarse detrás del otro. Es una maniobra arriesgada. Si ambos lo hicieran al mismo tiempo el resultado sería completamente inútil y aumentaría el riesgo de una colisión triple. Cada uno decide entonces reducir ese riesgo a cero y sigue, como si nada.
Y LA POBRE IDIOTA, QUE VENDRÍA A SER YO, TIENE QUE BAJAR A LA CALLE PORQUE USTEDES, PAR DE PELOTUDOS, SE DEJARON LA CIVILIDAD EN LA CASA!
Ah, pero después te dicen "En Europa la gente es re educada, no como acá".

jueves, 4 de septiembre de 2014

Adiós, maestro...

Triste final que debería haber llegado mucho antes.
Gracias por tanto.


lunes, 1 de septiembre de 2014

Tenías razón, sí puedo odiarte. Y no sabés con cuánta vehemencia. Lo lograste. Ya estarás feliz.
Imbécil.

lunes, 25 de agosto de 2014

No hay caso, che. No te entran balas. No termino de entender si es que no te hacés cargo o sí, pero te importa un carajo. Hace años que te pedí que no me leyeras, que me dejaras en paz. Pero, egoísta como siempre, parece que sigue importando sólo lo que te pasa a vos. Seguís insistiendo en algo que sabés que me fastidia, por morbo, por culpa o por no sé qué mierda. Estoy harta de esta pendejada.
Sí, tengo la bola de cristal.

domingo, 24 de agosto de 2014

En mi próximo libro voy a explicar cómo no dejarse perturbar por acciones de personas indeseables que se ve que no tienen nada mejor que hacer. Se va a llamar "Pasó el tiempo. Hacé tu vida y dejame en paz".

martes, 19 de agosto de 2014

Qué terrible cosa el humano y su morbo, no?

domingo, 10 de agosto de 2014

Las pérdidas

Hay dolores que no se superan nunca. Simplemente se aprende a vivir con ellos.
Disfruten de las personas que quieren. Y no se preocupen por boludeces.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Sanar sanando

No soy muy de las pelis lacrimógenas. Esta lo es, pero me gustó: Things we lost in the fire.
Si perdieron a alguien cercano hace poco, o mucho pero todavía duele, déjenla pasar. Pega.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Cuidado con lo que sueñan

Tengo un sueño. Bah, tenía un sueño. Ahora tengo un proyecto de vida. Los sueños son un quizás, los proyectos son cosas que vas a hacer que sucedan.
Este en particular no es tan simple. Lleva un tiempo y esa es un poco mi excusa por ahora. O a ustedes los cambios les salen fluidos, divinos?!
La otra noche soñé que podía concretarlo ya, ahora. Ay qué cagazo, mamita!