El tiempo va pasando y ese sueño, lejos de desaparecer, simplemente muta, y terminamos convirtiendo esto


Ayer, terminando de desaparecer la pila de ropa para planchar (con prendas de verano incluidas), ese deseo cobró tal fuerza que si hubiera tenido una masa le hacía un hueco a la pared para armar un placard empotrado sin importarme la irrupción en espacios que no me pertenecen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario