Con el tiempo esta conducta fue repercutiendo en su cuerpo. La piel se le fue poniendo más gruesa y se le empezó a poblar de pelos blancos y duros con algunas manchas negras en la espalda y las piernas. La lengua había tomado una dimensión descomunal. La punta de la nariz se le había vuelto negra y los dedos habían ido mutando a horribles pezuñas.
Su esposa decidió mandarlo al campo el día que en lugar de "Buen día Marta" sólo emitió un grave "Mmmmmmm".
[Gula]
No hay comentarios:
Publicar un comentario