sábado, 19 de julio de 2008

Home sweet home

Finalmente, después de una búsqueda fugaz, un importante desembolso de billetes que devolveré en cómodas cuotas a mis queridos prestamistas y 10 días sin internet, estoy de vuelta desde mis nuevos aposentos.
Más lejos del trabajo pero en una zona más linda, justo a la vuelta de una panadería que hace unas facturas adictivamente deliciosas, con menos luz pero más aire y con vecina aparentemente menos chusma.
Chin chin!
Están invitados cuando quieran (*).


(*) Tenga a bien no tomar literalmente la frase si no es amigo personal de la autora. Tampoco la pavada.

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