jueves, 2 de octubre de 2008

Inventar ceremonias de interior

Escuchar música nueva
Recomendarle una peli
Cocinar alguito para el almuerzo
Cantar una que sabemos los dos
Comprar dos mates el mismo día
Aprender la mitad de La Cucaracha en la guitarra
Retarlo porque fuma mucho
Reirnos
Hablar de la vida
Sorprenderme de cómo me saca las fichas
Proyectar en cortito
Celebrar el paro de colectivos
Pasarle un toallón

Lindo, muy lindo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es increíble como esas pequeñas cosas cotidianas se extrañan cuando no est´n y se aprenden a valorar. Maravilloso.

Un Poco Rara dijo...

Cierto. Y no sabés cómo se extrañan...
Bienvenida.