+ Cuando te hayás mandado un moco, confesarlo te hará sentir menos horrible que cargar con la idea de que, además de miserable, sos impune.
+ Esas vocecitas a veces se equivocan. Y vos sabés cuándo.
+ Cuanto más te esforcés por no quedar como idiota más señales darás de lo contrario.
+ Ya lo dijo la PNL: todo eso que evités decir con palabras lo estarás diciendo con el cuerpo.
+ "Lo dije porque estaba enojado" no existe. Siempre lo pensaste, el enojo sólo eliminó la censura autoimpuesta hasta ese momento.
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2 comentarios:
Muy cierta la última!
Y hay quien me lo discute. Podés creer?
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