La cabeza le explotó como un globo. Él tenía barba.
Ella le mandó un beso por sms. Él, en medio de una reunión, lo guardó para después.
Casi no se veían durante el día. En el desayunador se apilaban miles de besos no dados.
En la mano, en la mejilla, en el cuello, en la boca. Todos muy lindos, pero en el alma son los mejores.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
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5 comentarios:
La ventaja de la tecnología, los besos no se escapan y se guardan para después.
Te sigo leyendo :o)
Los dos primeros me gustaron mucho, Bays.
Un saludo.
Gracias chicos!
Saludos.
hermoso, aunque siento que la primera frase esta un poco cuelgue.
Jaja! Es la que más me gustó a mí nat! De hecho, fue la que inspiró el post.
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