miércoles, 14 de octubre de 2009

Dos palabras: as co

Hoy me comentaron que en una nota del diario sobre empresas que pusieron plata en la última campaña electoral aparece la que me paga el sueldo.
Me siento sucia, corrupta, partícipe de la mugre. Me quiero ir a quejar con alguien. Le quiero contar a toda la gente que leyó el diario que yo no tengo nada que ver, que ni siquiera sabía. Y le quiero ir a decir a los dueños cuánto me han decepcionado. Y putearlos. A la mismísima mierda los quiero mandar.
¿Para qué me habrán contado? ¿Y ahora qué hago con este enojo?

ACTUALIZACIÓN

A uno de los dueños también le llegó la noticia o vio el diario. Hoy mandó mail a todos explicando el tema. Dice que desde una consultora mandaron la invitación a una cena cuyo valor era de $1.000, que pensó "ni en pedo", que conocedores del tema le sugirieron no hacerse el gil porque, casualmente, se pueden cajonear proyectos presentados o, sorpresivamente, pueden caer inspectores altamente dispuestos a desaprobar cualquier cuestión, que envió entonces el cheque, que no fue y que se quedó re caliente. Ahora el diario dice que el aporte fue de $15.000, seguramente para justificar guita de vaya a saber qué oscuros orígenes, y se la tiene que bancar porque salir a limpiar su buen nombre y honor le puede salir bastante caro.
Por un lado me siento aliviada. Me costaba mucho creer una cosa así de un tipo que creo derecho. Pero por el otro queda en evidencia que el mundo que nos rodea es más mierda de lo que había parecido en un primer momento y de nuevo, con más énfasis, me viene el asco.

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