miércoles, 2 de diciembre de 2009

On line

- Hablale.
- No. ¿De qué?
- De cualquier cosa. Decile "Hola" o algo.
- ¿Para qué? No, no me sale.
- Tenés suerte. Contestale. ¡Contestale!
- Bueno, pará.
- Así, natural, espontánea. Vas bien.
- ¡Pero mirá lo que me dice!
- ¡Buenísimo! Decile que sí, que se venga.
- ¡Noooo! No habíamos quedado en eso.
- ¿Sos enrollada eh? Dejá de hacerte rogar. ¡Si tenés ganas!
- Bueno sí... pero no. Quedamos en lo que quedamos. Listo.
- ¡Daaaaaaaleeeeeee!
- ¡Basta! ¡Callate!
- A ver... ¿me vas a decir que no tenés ganas?
- ¡Te odio!... Dale, te espero.

(Monólogo de una esquizo)

2 comentarios:

Pablo dijo...

Extraño el teléfono.

Un Poco Rara dijo...

Nunca fui muy telefonera yo.
Igual, los medios no hacen a los modos. Por teléfono hubiera sido la misma cosa.