martes, 12 de enero de 2010

Verdades irrefutables sobre las oficinas (*)

+ Nunca faltan un plomazo y un gato.

+ Tampoco los que tienen coronita, pero nunca serás de esos.

+ Hay al menos un jefe que nadie sabe qué hace ni para qué está.

+ Hay al menos un no-jefe que sería más útil cebando mate.

+ Siempre hay cosas que nadie debe saber y siempre hay alguien que las sabe.

+ La música puede ser un elemento de tortura, en contra o a favor.

+ Las charlas del almuerzo pueden ser reveladoras.

+ Que los nuevos compren las facturas debería ser ley.

+ "A igual trabajo, igual remuneración" es una vil mentira. Ni siquiera depende de la capacidad sino de la habilidad negociadora de cada quien.

+ Todos detestan jugar al amigo invisible, pero prefieren participar a quedar como cortados, autistas, mala onda y antisociales.


(*) Vale para oficinas con 10 integrantes como mínimo.

4 comentarios:

eterno sindrome pre menstrual dijo...

la última no comparto
en serio


soy ortiva.
vayanse al carajo compañeros!!

El Griego dijo...

Empezando por el final, eco de (supongo) la chica que carajeó. Bue, ni falta hace decir que pienso sobre eso. Sigamos. Una de dos, o tengo una capacidad negociadora sublime, o mucho sobre que sentarme. Que lo digan los demás. Las charlas de almuerzo pueden ser reveladoras. Por lo general del mal gusto que tienen en cine, television, y por lo general en el solo hecho de elegir seguir respirando. Los plomos siempre, cierto. A los gatos casi que los extraño. Habría que decir que hay una pequeña porción de vanidad que hará que todo cuanto consigamos siempre será demasiado poco para lo que somos (o lo que creemos ser) Por lo demás, este post está bastante mas entretenido que la charla de peluquer´´ia. Congratulaciones desde mi más profundaignorancia.

Un Poco Rara dijo...

sindrome: admiro tu valentía. Yo me pliego para ahorrarme explicaciones y cuestionamientos, encima para recibir un regalo de porquería, como todo el mundo hace a la vez que espera recibir algo bueno. Yo al menos trato de ponerle onda.

Griego: como parte de "los demás" opino que tenés ambas cosas ;). Las charlas de almuerzo sí, muchas veces revelan esas cosas pero hay casos en que descubrís cosas interesantes. No te hacía gatero :P. Lo de la coronita es real, y no pasa por la vanidad de uno sino por la observación flagrante de beneficios que reciben unos pocos. Y sobre el post anterior ya diste tu opinión. Dejá de verduguear!
Beso.

Mel dijo...

¡Genial!
Por si no lo leíste te recomiendo A Confederacy of Dunces de John Kennedy Toole (la traducción "La conjura de los necios" no se cuán buena es). Las movidas de Ignatius en su nueva oficina son delirantes!