Se siente sola, vieja, miserable. Sube a su auto y maneja sin rumbo. Enciende un cigarrillo, con el que luego enciente otro, y otro más.
Unas horas después, con su mente un poco más ordenada, decide regresar. Un vehículo la encandila entrando a una curva. El abismo. El fin.
Una voz grita "Corte! Dos horas para almorzar!"
Sube a su auto. Enciende un cigarrillo.
domingo, 15 de mayo de 2011
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4 comentarios:
q bonito. te salio redondito. ;)
Gracias. Casi solo salió :)
Excelente artículo y trabajo, de los mejores que he encontrado, se nota que saben del asunto y su dedicación.
Me encanta el articulo, es super interesante y curioso, se lee genial con mucha fluidez. Estoy deseando leer más artículos vuestros, sois geniales.
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