sábado, 7 de mayo de 2011

Dame luz

Viernes a la noche. Cambio el foquito común de la cocina por uno de bajo consumo. Prendo la llave, anda. Apago la llave, titila. Lo aflojo, prendo de nuevo la llave, explota todo. El portalámpara, que data del año 84 aproximadamente, hace cortocircuito al tocarse dos chapitas con carga opuesta en medio de mi movimiento de rotación. Como me pasó lo mismo una vez con la luz del comedor, me voy a dormir pensando en cambiar el portalámpara y listo.
Sábado. Saco el portalámpara, saco el cable, separo bien los que vienen del techo. Trato de subir las térmicas, nada. Sigue en corto y mecagoenSatanásyenmirecontraputísimasuerte. Y ahora? Seguro es una boludez, y detesto tener que pedir ayuda para solucionar una boludez, y encima este mes estoy corta de guita, y de nuevo merecagoenelmalortoquetengoparaquemepasenestascosasenlospeoresmomentos. Bajo a ver si el encargado me puede dar una mano, otra vez, y con unos criollitos lo arreglo. No lo encuentro. Llamo, refunfuñando, al electricista. Me pasa a casilla. Otro. Tuvo un accidente de moto y no está trabajando. Me pasa el dato de otro. Lo llamo. Vive en Villa Allende, tiene para 2 horas. Tengo carne en el freezer y estoy sin luz desde anoche, no puedo esperar tanto. Otro. Está lejos del centro, también va a demorar. Otro. Por fin, disponible en 20.
Llega, le explico, revisa todo. "El problema parece que es abajo" diagnostica. Hice saltar el tablero del sótano. Cada vez rompo con más magnitud. Nunca es tan simple como cambiar un foquito y ya. Vuelve y de nuevo tengo luz. Me cobra $80 y le pago pensando que me fajó. Lo acompaño hasta abajo para abrirle y me cruzo con el encargado. Le digo buen día pero internamente lo maldigo. El diálogo de despedida:

Electricista: De dónde eres? (me parece que es peruano)
UPR: De acá, de Córdoba.
E: Y qué estudias?
UPR: No, ya me recibí.
E: De qué?
UPR: Soy blablabla.
E: Ah, la debes tener clara con las computadoras. A mí me cuesta un poco. No das clases de eso?
UPR: No (?)
E: Por qué no?
UPR: Porque no es lo mío.
E: Ah, qué lástima.

Se va. Al encargado, que ya se había cruzado con el electricista:

UPR: Vio? Cada vez rompo más! La próxima dejo sin luz el edificio entero.
Él: Y para qué quiere luz usted si siempre anda iluminada?
UPR: Jajaja. Es que para los electrodomésticos no me alcanza (?!)

Huyo.
Lo paradójico es que quería cambiar el foquito PARA AHORRAR.

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