jueves, 19 de mayo de 2011

No me quieras tanto

Que el cliente esté contento con tu trabajo no es algo tan bueno en todos los casos. Sobre todo si su forma de trabajar es bastante desorganizada y tiene por costumbre pedirte que hagás YA algo que todavía no tiene claro cómo hacer, ni cuándo, ni para qué.
Y así es como terminás siempre empernada, resolviendo cosas de la galera, mientras tus co-equipers pasan de un proyecto a otro, aprenden, usan herramientas nuevas y, sobre todo, no se aburren, sólo porque no usan galera.

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