No pudo más con la ansiedad y prefirió provocar el hecho a esperar que sucediera fortuitamente.
Cargó el arma, la escondió bajo su saco y salió a la calle con la firme decisión de utilizarla si fuera necesario.
Con apenas unas pocas certezas sobre su presunta víctima, aguardó paciente hasta el preciso momento de su aparición, tal como lo había planeado. Llegado el momento se acercaría, se pararía delante, le mostraría el arma con sigilo y le daría precisas instrucciones con tono intimidatorio.
- Te conectás a Internet con eso?
- Ssssí...
- Entrá a unpocorara, todo junto, punto blogspot, punto com
- Qué?!
- Entrá te digo!
- Bueno, bueno, tranqui... unpocorara... listo.
- Buscá el botón "Seguir". A la derecha está.
- Qué es esto?
- Buscá el botón!!
- Eh pará! Acá está el botón! Qué más?
- Hacele click.
- Ya está.
- Listo. Andá nomás.
miércoles, 29 de junio de 2011
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5 comentarios:
Me gusta.
También me ha gustado lo de "PD: qué, no que", del lunes.
(He estado a punto de provocarte con "Tambien me a gustado...")
Gracias Beatrice.
Me sangraron los ojos con lo de "me a gustado"
Y llegó el seguidor número 100!!
Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia... muejeje
Uh...
Si...
Recuerdo ese dia...
Asi conoci este blog.
El recurso del arma de la señorita de rulos fue muy persuasiva.
Igualmente fue una de esas ordenes y amenazas que me termino gustando, como cuando mi ex me obligo a probar una salsita de palta.
De nada :P
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