viernes, 1 de julio de 2011

Luz, cámara, facción

Se está poniendo buenísimo el taller de teatro. Paradójicamente, empieza a descender el número de asistentes. Que el frío, que los finales, que la mar en coche. Cobardes.
Para el próximo encuentro tenemos un sorpresivo entrenamiento con cámaras. Va a ser raro actuar para un artefacto en lugar de hacerlo para mis queridas gradas, pero a la vez va a estar muy bueno verme para corregir unas cosas y descubrir otras.
Y con tanto auge cinematográfico local, quién te dice que no termino en los créditos de alguna producción, junto con uno que habré cruzado en algún taller, un actor porteño medio famoso con buena predisposición a laburar con directores nóveles y la vecina de la prima de una amiga que una vez hizo un casting para una publicidad de Naranpol.

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