miércoles, 7 de febrero de 2007

El Chaltén, donde dejé las piernas

El Chaltén es un pueblito perdido en medio de las montañas que se inventó para impedir que se metieran los chilenos. Está lleno de porteños que buscaron escaparse de la gran urbe, pero creo que se les fue la mano.
En El Chaltén hay poco y todo es caro. Es la capital nacional del trekking, y tiene buen puesto el nombre porque trekking es lo único que se puede hacer, así que por lo menos lo saben explotar. Así fue como pasé de mis 10 horas diarias frente a una computadora a 6 horas diarias de caminata de montaña.

Alquilé unas botas de trekking y arranqué, tranqui, hacia la Laguna Torre, casualmente situada al lado del cerro... Torre, adivinaron. Ya desde el pueblo se veía medio feo, muy nublado y hasta lluvioso, pero me mandé igual. "Llego hasta donde llegue" le dije a la chica del hostel, que en mi lugar seguro no hubiera salido. Como salí tarde (a las 4) me crucé con todo el mundo ya de vuelta. Yanquis, japoneses, italianos y gente de otros países que apenas sabemos ubicar en el mapa, todos sabían decir "hola".
"Faltará mucho? El mapita dice 3 horas de ida y ya las hice..."
Un cartel! "Laguna Torre a 10 minutos"
"Siiiii!!!!"
Llovía, el viento castigaba como loco (por momentos no me podía mantener parada), mucho frío... pero qué hermoso!!!!! Grité, festejé, aplaudí ese glaciar, esa laguna turquesa, esos picos nevados y ese pequeño gran triunfo de haber llegado. El glaciar, la laguna, las montañas y yo. Foto, foto, foto, foto y vamos que se hace de noche.

El segundo trekking fue a la Laguna de Los Tres. Fui en traffic hasta El Pilar para ahorrarme la primera parte de la subida y de paso para conocer otro camino. Por suerte de ahí hasta el último tramo, ese super empinado que no hay forma de que te ahorres, es casi llano. Así y todo, mis tobillos ya habían desaparecido por la hinchazón y las supuestas 4 horas de ida se me hicieron 6, un poco por las paradas para descanzar y un poco porque me perdí por un rato, en una parte donde iba caminando por la orilla del río y no vi o no existe un cartel que te avise que tenés que volver al bosquecito. Seguí por lo que creí seguía siendo el camino, hasta que me di cuenta de que no era, pero volví y pude retomar el que sí era.
Llegando a ese punto
que les contaba un cartel advierte "Los últimos 500 metros de este sendero tienen mayor dificultad y exposición al vacío. No suba si no posee calzado de trekking y experiencia en senderos de montaña."
"Calzado de trekking? Sí.
Experiencia en senderos de montaña? Sí, de ayer.
Listo, vamos."
Después descubrí que al 500 le faltaban 3 ceros y que la palabra "dificultad" no es ninguna boludez, y sentí profundamente que el verdadero nombre de la laguna debería ser "Laguna de los Tres Hijos de Puta que la Descubrieron y Ahora Todos Tenemos que Conocer", pero de nuevo... qué hermoso!!! Acá ya había perdido el efecto sorpresa así que no festejé nada, pero sí sentí un orgullito interno por haber llegado otra vez. Me senté entre unas rocas al reparo del viento y almorcé mi tarta de zapallitos delante del Fitz Roy. Un tecito para entrar en calor y a pegar la vuelta.
Un pequeño desvío hacia la Laguna Cappri valió la pena, y una parada en el mirador me llevó a perderme por segunda vez. Pasaba, veo el mirador y pienso "Qué buena foto!" pero una nube estaba empeñada en no dejarme ver la cima del Fitz Roy. Esperé, esperé, esperé, me harté, vi el reloj y me di cuenta de que estaba jugada. No faltaba mucho para anochecer y yo no tenía ni el celular para alumbrame. El mapita mostraba un solo camino frente al mirador, así que seguí por el primero que vi. Colgada yo por no fijarme por dónde cuernos venía, es cierto, pero cómo puede uno desconfiar de un mapa?! Una sola línea de puntos significa, acá y en cualquier parte, un solo camino! Me di cuenta de que estaba perdida cuando llegué a un cartel que señalaba el lugar exacto de donde venía. "LA CONCHA DE LA LORA!!! Qué hago ahora??!!! No vi un puto cartel que dijera El Chaltén!!!" Vuelvo. "Para dónde??!!" No sé, pero vuelvo. Corro, me asusto, puteo, puteo a la nube, puteo al mapa, me puteo por haber salido sola, me puteo por no tener linterna. Puteo y corro. De nuevo el mirador y de nuevo el camino entre los arbolitos, ese que hubiera seguido si la puta nube no me hubiera hecho perder esa puta media hora. Más tranquila, sigo corriendo, como puedo, o tratando. No tengo rodillas, no tengo tobillos, pero sigo, no queda otra. Por fin el pueblo, aunque lejos. Camino, camino, camino y todavía sigue lejos. "La puta madre..." Son casi las 11 y del sol casi no queda nada. Por fin el cartel que indica el punto de partida: "Sendero al Fitz Roy". Por fin el pueblo. "Gracias sol por durar un cachito más hoy."

2 comentarios:

La Agartija dijo...

ah, vos porque no se te ocurrio dar toooda la vuelta por atras, por los hielos continentales. 8 dias de sufrimiento, lluvia, frio y agonia. Pero que paisajes...... (no sigas los puntitos, no son un camino, es solo un sistema de puntuacion que comunica un cierto suspense o fade away)

Un Poco Rara dijo...

AAAHHHH!!! Debe ser precioso por ahí!!! Ya volveré. Me lo debo.