Todos los días Lucas y Sofía se cruzan en la misma esquina. El semáforo detiene el tránsito y ellos continúan su camino. A veces apurados, a veces distraídos, nunca ninguno tomó conciencia de la presencia del otro.
Y así siguen sus vidas, sin saber que el 2 de mayo de 2033 a la tarde hará mucho calor, coincidirán en la misma vereda, se chocarán, se pedirán disculpas, se encontrarán atractivos mutuamente, acordarán tomar algo en el bar frente a ellos que casualmente se habrá inaugurado ese día y se enamorarán, teniendo como testigos las mismas barras blancas de la esquina que los conocen desde que iban al jardín.
jueves, 8 de abril de 2010
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4 comentarios:
que bonito es el amor...
(y el relato precioso, me ha gustado mucho)
besos.
Gracias Gotzon. Me alegro de que te haya gustado.
Beso para vos también.
Simple y bello.
Gracias Sil :)
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