martes, 27 de abril de 2010

Historia de amor que podría llegar a ser o no

Todos los días la admira detrás de la cortina. "Hoy sí. Hoy me voy a animar." se repite cada mañana durante el desayuno, pero siempre es igual. Sale, la mira, toma aire, piensa en miles de palabras, las traga, exhala, gira 83º a la izquierda y sigue su camino.
Al frente, ella no es indiferente. Cada día observa esa salida, esa mirada, esa respiración profunda, esas palabras mudas, ese aire cargado de pesadumbre, ese giro y esos pasos lejanos. Y vuelve su atención hacia las plantas, regadas por demás, esperando que mañana tal vez sí.

4 comentarios:

Maloperobueno dijo...

A todos nos pasa eso, es el limite entre la rutina y animarse a un poco mas.

Un Poco Rara dijo...

Aaaaaaaay ese animarse!!!

Posmoderna dijo...

y si ella deja de regar y le habla? quizas ella tiene mas valor.
esperemos que él no salga corriendo de todas formas.

Un Poco Rara dijo...

Cómo saberlo, no? Mientras tanto, cada uno espera, y nada más.