domingo, 22 de mayo de 2011

Una noche en el museo

Hermosa tarde-noche la de ayer de paseo con la sobrina. El Museo de Ciencias Naturales proponía un juego de exploradores, con todo el lugar iluminado solamente por las linternas de los asistentes (y luz negra, que en realidad dejaba ver todo). Ella ya conocía el museo pero le encantan los juegos de aventuras, exploradores y espías, así que fue chocha.
Me había enterado por mail y no vi ninguna promoción del evento, así que supuse que no iba a haber mucha gente. Error. Llegamos cerca de la hora de inicio y la cola terminaba en lo que era el fondo del IPEF. Tres horas esperamos para entrar. Por suerte la enana sociabilizó ahí nomás y se le pasaron mucho más rápido que a mí. Igual, apenas salimos acusó el cansancio. Cenamos en casa con helado de postre (ya es fan de la menta granizada como yo) y en el taxi de vuelta a su casa escribió que vio dinosaurios, piedras preciosas y mariposas disecadas, con la tía dictandolé las letras porque va al jardín y no sabe leer.
En el principal matutino local me citaron, hablando de las respuestas de los grandes sacadas de la galera a las preguntas de los chicos. Es donde dice que los Ammonites son como caracoles. Y sí, con un poco de onda, son. Y nada de "mamá", querido.

3 comentarios:

Lauri S dijo...

que esperas de la voz? peor hubiese sido que te trataran de "señora".

me alegro q se hayan divertido :)

Sil dijo...

Jajaj, "mamá"! Lo que no entendí es por qué no había guías y los padres (y tías) tenían que inventar las respuestas para los chicos.

Un Poco Rara dijo...

Lauri: Ni hablar! La palabra con S está VEDADA! Lo elí y me acordé de un gordo parado al medio que apenas se corrió para hacerle lugar a los chicos que miraban la vitrina.

Sil: Claro, sólo las mamás sacan de paseo a los chicos. Las tías estamos pintadas :P
No había guías porque era una locura de gente. Imposible. Pero además estaba bueno que los chicos jugaran yendo y viniendo con las linternas. Se veía re lindo de a ratos.