Necesitaba tomar distancia. Empacó lo básico y partió.
Durante días recorrió enormes distancias viajando en buses, en trenes y en aviones.
Al llegar a destino notó su valija mucho más pesada. Estaba llena de recuerdos. Los mismos que había intentado dejar en casa.
sábado, 10 de septiembre de 2011
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5 comentarios:
Los recuerdos no se alejan con la distancia, hay que saber dejarlos en su lugar
Se puede escapar de un lugar, pero no de los recuerdos. Y por más lejos que se pueda correr, las millas no tienen poder para alcanzar ese anhelado olvido, porque solo el "tiempo" con "mucho tiempo", es el único que puede hacernos olvidar.
¡Saludos!
Santino: lástima que muchas veces su lugar es tan incómodo...
Juan Carlos: el tiempo, a veces amigo y a veces todo lo contrario.
Saludos
Excelente artículo y trabajo, de los mejores que he encontrado, se nota que saben del asunto y su dedicación.
Me encanta el articulo, es super interesante y curioso, se lee genial con mucha fluidez. Estoy deseando leer más artículos vuestros, sois geniales.
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