Ayer le compraron botas de lluvia a mi sobrina (7). Estaba ansiosa por estrenarlas y parecía que no faltaba mucho. Se las puso, también su capa con capucha, y salimos al patio a cantar a los gritos.
¡Que llueva! ¡Que llueva!
La vieja está en la cueva.
Los pajaritos cantan.
La vieja se levanta.
¡Que sí! ¡Que no!
¡Que caiga un chaparrón!
La cantamos varias veces, cada una más fuerte y rápido. Nada.
Entonces se acordó de una del jardín, que cantamos con su correspondiente coreografía.
Pican pican las gotitas sobre la vereda.
Yo me pongo el impermeable y mis botas nuevas.
Cuando llueve fuerte fuerte y se oyen truenos
yo me quedo en mi casa muy juntita al fuego.
Pero tampoco funcionó.
Inventamos una con un aire a pueblo originario.
Uu-aa
Uu-aa
¡Lluvia!
Ni una gota.
Incansable, se fue a mojar el pelo y la capa. Pero ya estaban las pizzas. A probar de nuevo mañana.
domingo, 7 de octubre de 2012
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8 comentarios:
Habrá que preguntarle a los maestros aborígenes como era el tema de la danza de la lluvia.
O será que funcionó con demora? :P
Enhorabuena por el artículo, muy buena redacción, se nota claramente que le pones esfuerzo y ganas.
Muy buen post, gracias por compartir esta información, sin duda seguiré esperando a que subas más contenido.
Muy chulo el artículo, contiene información muy interesante, gracias por tu interés.
Me encanta todo lo que cuentas en el post, es muy interesante y me encantaría que explicaras más sobre el tema.
No es lo que buscaba en estos momentos, pero me he parado a leerlo y me ha interesado más de lo que me esperaba , muchísimas gracias.
No es lo que estaba buscando ahora mismo, pero el post me ha llamado bastante la atención ya que te cuenta cosas interesantes que pueden ser útiles, encima se nota que le has puesto mucho esfuerzo ¡felicidades!
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