domingo, 30 de agosto de 2009
Palabras que van y vienen
Caminando por la calle me encontré, tristes, un chau al que nadie había respondido, un estornudo viendo si por la esquina pasaba un salud y un perdón chocado contra una pared. Saqué entonces del bolsillo uno de los tantos salud que había recibido esa semana (era época de alergias) y se lo regalé al estornudo. Al chau le di un que andes lindo que lo puso re contento y al perdón le dije que bueno, pero que no lo volviera a hacer. Cada uno me devolvió un gracias afectuoso que entregué pocas cuadras después, al encontrar varias orejas con ganas de darme un abrazo.
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8 comentarios:
Excelente.
Esto da por tierra la idea que tenes sobre tu presunta carencia de imaginación.
Y para no dejar de ser yo, tambien demuestra que se pueden hacer cosas sin caer en lugares comunes (léase, blog de "mina")
Salut!
El disparador se lo debo a un boludo de la oficina que siempre sale sin saludarme y una conjunción de cronopios hizo el resto, ja.
Y no un tengo un blog de mina, te lo dije.
Beso.
:)
Me encantó la idea, Bays. Alguien debe terminar esas frases que quedan colgadas, ¿no? Buen minicuento.
Saludos lelos!!!
Gracias Víctor!
Saludos raros, jaja.
Me encantó, precioso!!!!!!
Muchas gracias Javi.
Hermoso amiga, me encantó =)
Gracias nena. Un abrazo.
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